La gasificación de los pellets y tabletas empieza con un breve retraso tras haber entrado el producto de fumigación en contacto con la humedad de productos o la humedad atmosférica. En general la velocidad de gasificación depende de la temperatura y la humedad relativa del aire. Debido al pequeño tamaño de los pellets, su gasificación es un poco más rápida que la de las tabletas.
Con la fosfina pueden combatirse todas las etapas de desarrollo de plagas de productos almacenados. La fosfina controla eficazmente los cuatro estadios de desarrollo de las plagas, es decir huevos, larvas, pupas y adultos.
El gas de gran eficacia penetra en casi todos los materiales de envase, así como a través de mercancías bien empaquetadas.
Fosfuro de magnesio desprende más rápidamente la fosfina que fosfuro de aluminio. La concentración máxima de fosfina se la alcanza ya en unas 24 a 36 horas después de aplicar los pellets o tabletas. Los fumigantes conteniendo las sustancia activa fosfuro de aluminio suelen desprender aproximadamente un 72% en el mismo lapso de tiempo (60% humedad relativa del aire, 20°C).
La fosfina es corrosiva contra metales nobles (cobre, plata, oro) y sus aleaciones. Por ello es obligatorio proteger materiales que contienen metales nobles e equipamientos electrónicos con lonas impermeables a la fosfina o alejarlos del recinto de fumigación antes de aplicar tabletas.
Campo de aplicación
El uso de los pellets y tabletas no está limitado a un lugar determinado siempre y cuando el recinto a ser fumigado sea bien sellado y hermético. Se emplean en silos, barcos, almacenes, contenedores, etc. y pueden colocarse manualmente o con el dosificador automático de Detia Degesch en la mercancía que debe tratarse. Los pellets y tabletas son excelente para fumigar mercancías a granel y silos y combate eficazmente los insectos en la cebada, el maíz, el mijo, la avena, el cacahuete, el arroz, el centeno, las semillas girasol, el trigo en silos, barcos, silos horizontales y además piensos.
En el momento en que se retira el producto del sobre de aluminio empieza la gasificación tras un breve pero suficiente tiempo de retardo cuando entran en contacto con la humedad relativa del aire o la humedad de los productos almacenados. Resulta un factor importante de seguridad para el fumigador.
La fosfina controla eficazmente los cuatro estadios de desarrollo de las plagas, es decir huevos, larvas, pupas y adultos.
Además de sus excelentes propiedades insecticidas, la fosfina penetra rápidamente casi todos los materiales de embalaje como el papel, la madera o las materiales sintéticos, así como a través de mercancías bien empaquetadas como el tabaco en cajas o fardos. La fosfina es corrosiva contra metales nobles (cobre, plata, oro) y sus aleaciones. Por ello es obligatorio proteger materiales que contienen metales nobles e equipamientos electrónicos con lonas impermeables a la fosfina o alejarles del recinto de fumigación antes de aplicar Placas o Tiras.
Campo de aplicación
Las placas y tiras son especialmente adecuadas para fumigar el tabaco porque estas no contienen carbamato de amonio. Son perfectas para el tratamiento de mercancías empaquetadas, ensacadas y procesadas como los cereales, el arroz, la harina, el café, el té, el cacao, las semillas de cacao, las especias, las hierbas, las frutas secas, el pienso, el algodón, el yute, el chocolate, etc. Las placas y tiras pueden aplicarse satisfactoriamente en todas las condiciones de almacenamiento imaginables, siempre y cuando los almacenes estén bien sellados. La placa es el fumigante ideal para aplicaciones en contenedores de transporte. Gracias al papel especial ambos productos no contaminan los productos fumigados con resíduos de fosfuro de magnesio.